El séptimo sello de la discoteca

El séptimo sello de la discoteca

jueves, 27 de febrero de 2014

The broken circle breakdown - Felix Van Groeningen (2012)

Lo reconozco: si me ha gustado tanto Alabama Monroe es por la música. Probablemente es el hecho argumental de que los protagonistas formen parte de una banda de bluegrass lo que me seduce de ella. Me encanta la música folk, interpretada aquí con banjo, mandolina, violín, contrabajo y guitarra. El violín me gusta especialmente, por recordarme a la música celta.
La historia es bastante dramática, pero gracias a que está narrada a través de saltos hacia delante y hacia atrás en el tiempo consiguen mitigar el impacto de los episodios trágicos. En este sentido, está bastante bien hecha, con una estructura caótica y aun así perfectamente comprensible. Y el optimismo que transmite la música interpretada a lo largo de la película arroja una mirada positiva que consigue suavizar el drama.
Más allá del componente de amor romántico, que no me interesaba especialmente a priori, me gusta el debate entre ateísmo radical y creencias, y cómo se articula en la vida cotidiana, pero también en el plano político, que por supuesto tiene una repercusión directa en el ámbito personal. Plantea así algún dilema interesante en el que las posturas contrapuestas son muy difíciles de reconciliar. 
El tratamiento de las emociones también es muy bueno. Sobre todo cómo se muestra el desarrollo de una discusión, desde la fase inicial en la que las personas saben que están siendo injustas y realmente no sienten lo que dicen, hasta un final donde unos estados emotivos complejos y difíciles de controlar acaban llevando a un estallido que sólo consigue impregnarlo todo de más dolor y pesar. 
Por otro lado, me parece un gran punto a favor la espontaneidad con la que se tratan algunos aspectos, por ejemplo la aparición del desnudo masculino, con total naturalidad. 
Pero, volviendo al principio y cerrando un círculo que en realidad no se ha roto... el hilo firme que consigue unir firmemente The broken circle breakdown es, sencillamente, el bluegrass.


8

miércoles, 26 de febrero de 2014

Lola rennt - Tom Twyker (1998)

Run Lola run me parece una película divertidísima. De esas que se disfrutan más si no te las tomas completamente en serio. Porque no te deja. Funciona en sus resquicios, que pasan de repente a primer plano, como una ilusión óptica. Lola va a pasarse corriendo todo el tiempo, obviamente, para conseguir 100.000 marcos en un lapso de 20 minutos. Las posibilidades de este planteamiento, en realidad, serían infinitas. Exactamente igual que pasa en la vida real. Tomamos una decisión y eso nos lleva por un camino, que altera completamente nuestra existencia. Otra decisión significaría otro camino y, por tanto, otra existencia. Sería maravilloso poder dar marcha atrás y repetir lo andado, para deshacer las consecuencias de nuestros actos. O, bueno, probablemente no.


7,5

viernes, 21 de febrero de 2014

Sympathy for Mr. Vengeance - Park Chan-wook (2002)

Definitivamente, he caído en las redes de este director. Creía que ya no podría sorprenderme después de ver Oldboy, pero ha llegado Sympathy for Mr. Vengeance y me ha vuelto a romper todos los esquemas. Brutal en todas las acepciones de la palabra. Una genialidad técnica latente en cada escena, planos brillantes que se suceden sin fin, sin agobiar ni dejar de deslumbrar según van apareciendo. Un cigarrillo que arrojan al agua, visto desde debajo de la superficie. Tres personas subiendo por una escalera que se va alejando en cada nuevo plano. Contrapicados imposibles que desafían los límites de la originalidad destruyéndolos por completo. Encuadres que distribuyen el peso de los elementos de una forma desigual y aun así perfectamente equilibrada. Y todo ello como precioso envoltorio de una historia que desgarra (literalmente) a los personajes y el alma del espectador al verlo. No es que sea violenta, es que va mucho más allá de eso; no es gratuito, no es autocomplaciente, es elegir a personas normales y llevar su forma de enfrentarse a los problemas primero y a la venganza después hasta el extremo. El modo de narrar es absolutamente fascinante, dándole una revisión completa a los sentimientos de culpabilidad, ira o desesperación. De nuevo, desde una perspectiva muy diferente a la que estamos acostumbrados en Occidente. El choque cultural no se refleja únicamente en la disposición de los muebles en una casa o en las costumbres; es también una manera completamente distinta de mostrar, por ejemplo, el sexo, sin tapujos, sin barreras morales, con una naturalidad tan naturalizada que pasa desapercibida. Por otro lado, los dilemas morales que plantea son cosa nuestra; no se pretende dar lecciones o demarcar por completo armazones mentales típicos como quién es el bueno o quién es el malo. Es una historia hilada -y bien hilada-, con hilos sueltos, hilos que se separan y flotan lentamente hasta tocar el suelo, hilos quemados, hilos manchados de sangre. Oscilando en torno a una durísima crítica que en realidad remite a lo social. Una forma de hacer cine auténtica e innovadora, con unas cotas de violencia internas tan inimaginables que muchos serán incapaces de verla entera. Con esta película, la posibilidad de quedar indiferente simplemente no existe.
8

martes, 18 de febrero de 2014

La Casa de las Dagas Voladoras - Zhang Yimou (2004)

Esta tarde he ido a ver Shi mian mai fu a la Filmoteca. Como había leído, es una orgía visual absoluta. Por eso me parece enorme que la recuperen en pantalla grande. La conjunción de sonido e imagen merecen apreciarse en el cine.
De las dos películas que he visto hasta ahora de Yimou, me gusta especialmente cómo derrumba algunos sesgos eurocéntricos; están las apariencias, están los hechos puros, y luego está su fragmentación, su dispersión y su disolución. Aquello que creíamos da paso a algo distinto y a su vez ello muta en algo nuevo. Un juego de máscaras invisibles, de seducciones; un pulso definitivo que se acaba mostrando frágil y firme como el bambú.
Dejo mi escena favorita, que resume exactamente por qué me ha gustado esta película.

http://www.youtube.com/watch?v=ChJpyG5XsZs

7,5

domingo, 16 de febrero de 2014

La Princesa Mononoke - Hayao Miyazaki (1997)

Igual que en Oldboy, la banda sonora en La Princesa Mononoke realza el conjunto de la película, amplificando significados al final, durante los títulos de crédito. Revitaliza así el mensaje, recordándonos que estamos conectados a la tierra, a la hierba, al agua, a los árboles, al resto de animales, a nuestros semejantes. Nos invita también a apreciar el cambio, cómo fluye el entorno y se transforman con él los que lo habitan. La importancia de sentirnos valorados, de formar parte de algo, de sabernos útiles y esforzarnos por aportar al mundo una parte de nosotros, realizándonos al mismo tiempo. 
 
Mononoke Hime es una de esas películas que ganan con el tiempo, que disfrutamos más cuando volvemos a verlas y vamos comprendiendo mejor su historia, sus historias. La inclusión de mitología japonesa, referida a los espíritus del bosque, nos muestra una nueva enseñanza, nos acerca a otros modos de ver el mundo, de vivirlo. En este sentido, tiene una mayor complejidad para el público ajeno a este folklore, pero también por eso tiene una riqueza añadida. Nos hace ver aquello que une a los distintos pueblos y sus tradiciones propias. 
Junto con algunos temas de la banda sonora, me quedo también estéticamente con las escenas en el bosque, que visualmente me parecen una maravilla. Similares a la belleza de hacer crecer flores y hojas de un arma de fuego. De sentir cómo ese bosque empieza a nacer en nuestro interior hasta invadirlo todo.

8

lunes, 3 de febrero de 2014

Mary and Max - Adam Elliot (2009)


Mary and Max es simplemente la magia de recibir palabras amigas en un momento de soledad. La calidez de saber que alguien, en algún lugar del mundo, nos recuerda y nos piensa. Un repaso a lo cotidiano y a las muchas complejidades que encierra. A través de un trozo de papel; un alma que se desnuda y baila. Al ritmo del tema principal.
Todo es más complicado de lo que pensamos.
Por eso a veces necesitamos parar un momento, tomar aire, calmar la ansiedad. Volvernos a sentar, pegar la carta en el techo, encerrar las lágrimas en un frasco. O nuestras metas. Aunque parezcan estúpidas.

 

Me ha cautivado y conmovido profundamente esta película.
Una maravilla absoluta, para reír y sentir asomar la tristeza, pero sin pretensiones ni megalomanías. Sólo la sencillez de saber que, en nuestra mente, estamos sonriendo.

8