El séptimo sello de la discoteca

El séptimo sello de la discoteca

viernes, 21 de febrero de 2014

Sympathy for Mr. Vengeance - Park Chan-wook (2002)

Definitivamente, he caído en las redes de este director. Creía que ya no podría sorprenderme después de ver Oldboy, pero ha llegado Sympathy for Mr. Vengeance y me ha vuelto a romper todos los esquemas. Brutal en todas las acepciones de la palabra. Una genialidad técnica latente en cada escena, planos brillantes que se suceden sin fin, sin agobiar ni dejar de deslumbrar según van apareciendo. Un cigarrillo que arrojan al agua, visto desde debajo de la superficie. Tres personas subiendo por una escalera que se va alejando en cada nuevo plano. Contrapicados imposibles que desafían los límites de la originalidad destruyéndolos por completo. Encuadres que distribuyen el peso de los elementos de una forma desigual y aun así perfectamente equilibrada. Y todo ello como precioso envoltorio de una historia que desgarra (literalmente) a los personajes y el alma del espectador al verlo. No es que sea violenta, es que va mucho más allá de eso; no es gratuito, no es autocomplaciente, es elegir a personas normales y llevar su forma de enfrentarse a los problemas primero y a la venganza después hasta el extremo. El modo de narrar es absolutamente fascinante, dándole una revisión completa a los sentimientos de culpabilidad, ira o desesperación. De nuevo, desde una perspectiva muy diferente a la que estamos acostumbrados en Occidente. El choque cultural no se refleja únicamente en la disposición de los muebles en una casa o en las costumbres; es también una manera completamente distinta de mostrar, por ejemplo, el sexo, sin tapujos, sin barreras morales, con una naturalidad tan naturalizada que pasa desapercibida. Por otro lado, los dilemas morales que plantea son cosa nuestra; no se pretende dar lecciones o demarcar por completo armazones mentales típicos como quién es el bueno o quién es el malo. Es una historia hilada -y bien hilada-, con hilos sueltos, hilos que se separan y flotan lentamente hasta tocar el suelo, hilos quemados, hilos manchados de sangre. Oscilando en torno a una durísima crítica que en realidad remite a lo social. Una forma de hacer cine auténtica e innovadora, con unas cotas de violencia internas tan inimaginables que muchos serán incapaces de verla entera. Con esta película, la posibilidad de quedar indiferente simplemente no existe.
8

No hay comentarios:

Publicar un comentario